Las niñas y los niños a medida que crecen, las capacidades del uso de las tecnologías lo hacen con ellos, dándoles oportunidades de aprendizaje y socialización ilimitadas, ya que con ellas pueden explorar su entorno de diferentes maneras, fomentando así el aprendizaje, así como el desarrollo de social y emocional, lingüístico, matemático, físico-motor, la búsqueda de la resolución de problemas y de cultura universal.
Estos beneficios no se presentan sin riesgos para la seguridad, la privacidad y el bienestar de los niños. De los principales riesgos que se reportan es la intensificación de los riesgos tradicionales de la niñez, como la intimidación, abuso y explotación infantil, transmisión en vivo de abuso sexual infantil, mayor vulnerabilidad en las redes sociales a través de sus perfiles por depredadores anónimos, dependencia, ansiedad, depresión y obesidad por la inmersión en las pantallas y cyberbulling.
Es importante tener en consideración la importancia que tiene el rol de la familia, escuela y sociedad en estos riesgos. Se habla de la brecha digital la cual podría entenderse como la desigualdad que existe en cuanto a la comprensión y uso del potencial educativo, social y económico del internet. Esta brecha puede ser generacional, geográfica, económica y social. El hecho de que en una familia los hijos tengan un mayor conocimiento del funcionamiento de las TICS, pone en desventaja a los padres para salvaguardarlos de ciertos riesgos.
Los hábitos de uso de las TIC por las niñas y los niños están íntimamente relacionados con el estilo de crianza familiar. Es en la familia donde se modela su uso, se establece la autoridad de los padres ante el uso y se forma la autonomía mediática. Actualmente coexisten en la vida familiar. Los padres son los mediadores de pantallas, ellos enseñan a consumir y a usar pantallas dentro y fuera del hogar. Se han identificado cinco estilos de mediación por parte de los padres:
- Permisivo: no se preocupan por el uso que los hijos hacen de los medios.
- Expositivo: lo único que les importa es el tiempo que los hijos hacen uso de los TIC.
- Activo: se comenta y se pone en contexto los consumos mediáticos.
- Represivo: prohibición del consumo de medios.
- Creativo: aprovechar los recursos para fomentar una recepción crítica como creación de contenidos.
Para prever los riesgos digitales y potencializar los beneficios, las madres y los padres de familia deben de identificar qué características tiene su crianza y a dónde quiere llegar. Habiendo estipulado eso, es importante recordar que no hay un manual que dicte los pasos a seguir para la mediación sobre el uso de las Tecnologías, los consejos que brindan las expertas y los expertos son totalmente flexibles y adaptables para cada familia.
El uso de las Tecnologías forman parte de la formación de hábitos en casa, por lo tanto,se deben considerar el establecimiento de normas (son flexibles) y límites para su uso, así como la participación de todas y todos los miembros de la familia. Al acordarlos ten en cuenta que estas deben de considerar la edad, la personalidad, los gustos, motivaciones de todas y todos.
Entre los factores a considerar para regular el uso de la Tecnología en niñas y niños son:
- Empodéralo: Respeta su privacidad, no espíes que es lo que hace, mejor involúcrate en los contenidos populares para su edad.
- Regula su uso: no prohibas o castigues su uso, al involucrarte tendrás herramientas que te ayuden a decidir cuáles de ellos van de la mano con los aprendizajes y valores que están en casa.
- Establece horarios: Acuerden cuántas horas al día usará sus dispositivos y su funcionalidad. Muchos dispositivos inteligentes cuentan con control parental.
- Protégelo: Más allá de negarle el acceso, enséñale a que no debe de compartir su información personal como su edad, nombre completo, dirección, teléfono, etc; y que no debe de aceptar a nadie que no conozca por muy amigable que sea con él o ella.
- Se el ejemplo: respeta las normas y límites que establecieron, si él o ella te observa cumplirlos, será más fácil para ella o él hacerlos.
Finalmente, tu participación e involucramiento determinará la relación entre el uso de la tecnología y tu hija o hijo.